El baño es una de las primeras actividades que se ve afectada cuando una persona empieza a tener problemas de dependencia, y puede llegar a exigir un esfuerzo excesivo que suponga un desgaste físico y psíquico para el cuidador. Requiere paciencia, flexibilidad, amabilidad, creatividad y conocimiento de la persona a la que se cuida. Hay que tener en cuenta que se trata de un acto que la persona siempre ha realizado en la intimidad, y le puede resultar muy violento el hecho de tener que ser ayudado por otra persona para realizarlo.
Por lo tanto, a la hora de ayudar en el aseo personal y en el baño es importante:
- Proporcionar el apoyo y la motivación necesaria para convertirla en una tarea útil y agradable para el usuario.
- Fomentar su autonomía personal dejando que el mismo desarrolle aquellas actividades que pueda realizar por si solo.
- Aplicar un enfoque no proteccionista y anulador de la dignidad.
- Tener en cuenta la utilidad de las ayudas técnicas, las cuales nos van a proporcionar el debido a poyo a la hora de realizar determinadas actividades.
Hay que diferenciar los tipos de aseo:
- En el baño o en la ducha.
- En la cama.