Una persona tiene problemas de movilidad cuando presenta algún tipo de limitación en el movimiento, lo que le dificulta el hecho de deambular o desenvolverse adecuadamente en alguna determinada actividad.
Las movilizaciones consisten en una serie de ejercicios para restablecer las funciones físicas disminuidas y adoptar posturas que por sí sola la persona no podría. A la hora de realizarlas y para evitar lesiones tanto a la persona como a nosotros mismos, hay que retirar de la zona todo lo que nos pueda entorpecer y favorecer el retorno venoso y prevenir problemas vasculares.
Los principios básicos de la movilización son:
- No hacer daño ni provocar problemas añadidos: debemos tener cuidado a la hora de manipular a la persona, vigilando si existen sondas, etc.
- Que sea cómodo para la persona y para quien lo realiza: tenemos que dosificar el esfuerzo que realizamos y tener en cuenta que en muchas ocasiones resulta doloroso para la persona.
- Valorar el nivel de dificultad: planificar y preparar antes de hacer la movilización lo recursos que vamos a necesitar y la posible colaboración de la persona a la que vamos a movilizar, así como su peso y talla, comprobar que la piel está limpia y seca, agarrarle por hombros, codos, cadera y rodillas, y proporcionarle seguridad constantemente.
En cuanto al cuidador que va a realizar la movilización para evitar lesiones de espalda y obtener un buen rendimiento debe:
- Mantener la espalda derecha.
- Piernas en postura “ de paso".
- Brazos con puntos de apoyo.
- Aprovechar la inercia de paso del cuerpo.
- No pasar el cuerpo por encima de la persona.
- Mantener una relación adecuada entre la estatura y la altura de la cama.
- Tener una actividad muscular protectora de la espalda, musculatura abdominal, paravertebral y del cuadriceps.
- Conocer y aplicar la legislación vigente en el entorno laboral relativa al manejo de cargas físicas.
Respecto al entorno en el que se realiza la movilización:
- la cama o superficie a transferir tiene que tener una base firme, no como colchones de agua, blandos y somieres que dificultan el manejo.
- la cama o superficie ha de tener una altura regulable, y ésta debe corresponder con la cadera.
- la cama o superficie tiene que poder frenarse perfectamente para transmitir el impulso a la persona tiene que haber espacio suficiente en la habitación.
- hay que suprimir las barreras físicas en el manejo.