Estos trastornos en ciertos casos se deben a comidas incompletas por la incapacidad de manipular la comida y usar los cubiertos. Es más difícil que coman los alimentos duros, difíciles de cortar, masticar y tragar. Otra característica es que debido a la falta de memoria y de la conciencia del paso del día conduce a que una pequeña sensación de apetito sea interpretada como si no se hubiera comida. Si además, el apetito ha aumentado, es fácil que quiera comer varias veces. Hay personas que comen a escondidas – incluso cosas que tienen limitadas – y engordan o vuelven locos a los médicos porque no pueden regular la diabetes. Otros comen con desesperación, llegando incluso a robar la comida del plato de sus compañeros de mesa.
Consejos:
- Cerrar despensas y frigoríficos en general.
- Esconder los alimentos que no estén permitidos por causa de alguna enfermedad.
- Esconder los alimentos que pueden causar trastornos cuando se toman solos o se ingieren en grandes cantidades: aceite, vinagre, sal, salsas, picantes,…
- Establecer un horario fijo para las comidas y simplificar el acto de comer utilizando instrumentos sencillos.
- Si vive solo, controlar si es capaz de organizar las comidas y si no es así, dejarle comidas preparadas.
- Controlar el peso.
- Plantear al médico la posibilidad de complementos dietéticos si no se asegura una alimentación adecuada.