Para lograr cierto grado de autonomía personal en personas dependientes, resulta muy útil facilitarles la realización de determinadas actividades y para conseguir esto, es necesario adaptar aquellos elementos que forman parte de la vivienda y utilizar de forma adecuada una serie de utensilios con los cuales resulte más fácil y agradable realizar ciertas actividades como por ejemplo el aseo, comer, caminar, cocinar o limpiar.
En aquellos casos en los que el usuario presente poca movilidad en la vivienda resulta aconsejable que las puertas dispongan de suficiente anchura, se recomienda unos 90 cm. para aquellos casos en que la persona dependiente este en silla de ruedas y debe contar con unos picaportes de barra pensados en aquellas personas que no tengan la suficiente fuerza en sus manos. Los pasillos también deben ser lo suficientemente anchos para poder desplazarse con holgura y los suelos han de ser lisos, nivelados y con superficie antideslizante para evitar posibles caídas.