Los delirios son interpretaciones erróneas que la persona hace de la realidad perturbaciones mentales originadas por una enfermedad, un ejemplo de este tipo de conductas es interpretar como un robo el hecho de haber perdido o cambiado de sitio un objeto. Otros delirios frecuentes son estar en un hogar distinto al propio o afirmar que el cónyuge ha sido sustituido por un impostor.
Consejos:
- Conviene que el delirio no se convierta en una fuente de problemas y discusiones. No se aconseja rebatir constantemente al enfermo, ya que esta actitud provocará conflictos innecesarios.
- Si el sujeto está asustado por el delirio hay que tratar de darle tranquilidad. Unas palabras sosegadas y una caricia en la mano pueden aportar bienestar
- Distraerle para que centre su atención en temas reales